Resistiré

Eran días de oscuridad, de pesar, de angustia. y un rayo de esperanza vino del lugar menos esperado.

En aquel entonces compartía la casa con alguien cuyos problemas le hicieron salir de su hogar. Cada uno vivía su propia lucha, a veces en silencio. Pero a nuestra manera, nos hacíamos compañía y nos apoyábamos.

Entre mis luchas, había una completamente física, una vieja lesión en la rodilla izquierda que de repente había comenzado a molestar demasiado. De repente un día en el trabajo, mientras subía las escaleras, escuché un crujido proveniente justamente de mi rodilla. Y fue ahí cuando todo se complicó al grado de no poder caminar bien y dormir poco a consecuencia del dolor.

Me hablaban de una costosa operación que simplemente no podía pagar, se mencionaba dejar de entrenar karate do, e incluso la posibilidad de no volver a caminar de manera normal. Se hablaban tantas cosas, ninguna buena. Y como era de esperarse, (o tal vez no) me derrumbé.

En uno de esos días que me auto compadecía sin saber que hacer, sonó mi teléfono.

Estando a unos metros de distancia, quizá por miedo, quizá por prudencia, eligió no decirme nada personalmente.

No tenía idea hasta ese momento de lo que mi amigo pensaba de mi.

Compartir con ustedes sus palabras sonaría demasiado presuntuoso, por ello, prefiero compartirles lo siguiente:

Sus palabras me hicieron llorar, pero me confortaron, me dieron animo cuando lo necesitaba, me recordó de cuantas cosas me había levantado, me inspiró y al mismo tiempo me retó a hacerlo de nuevo. ¡Y FUNCIONÓ!

No dejo de agradecerle ese momento, esas palabras… pero sobre todo, no dejo de admirarle. Porque me resulta sumamente valioso, que en medio de la tempestad que era su vida, se tomó el tiempo para apoyarme, para decirme, ¡Hey! Aquí estoy, yo creo en ti.

Han pasado casi dos años de eso, nuevamente me encuentro lesionado. nuevamente la rodilla izquierda… Pero gracias a ese amigo y sus palabras en aquel momento, hoy la historia es muy diferente.

Sé que estaré bien, se que resistiré, he perdido muchas cosas importantes en mi vida, una simple lesión no significa nada.

«Resistiré, erguido frente a todo, soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie»

Deja un comentario