Caperucita

De todas las versiones que existen de caperucita roja, esta es mi favorita.

La abuelita vivía sola pero únicamente porque siempre fue independiente y respetuosa del espacio de su hija y no por abandono ni nada parecido.

Caperucita atravesaba el bosque solitaria, porque su abuela y su madre ya le habían enseñado a cuidarse, a no hablar con extraños, a estar siempre alerta.

Cuando caperucita llegó, no confundió al lobo con su abuelita, porque ya había aprendido a ser siempre observadora y prestar atención a los detalles y tener sentido común.

Y el lobo no pudo comérsela porque además de todo eso, sus padres se habían encargado de que aprendiera defensa personal y así no fuera la clásica damisela en peligro que necesita la intervención de algún cazador.

#NiUnaMenos

Saúl Nestoso Chimeo

Esencia

Las primeras personas que nos leen son nuestra familia y amigos. Luego los seguidores que nos encuentran en redes sociales, etcétera.

A partir de entonces, somos observados, somos analizados, ya estamos «vendiendo».

Y si en algún momento cometemos el error de ser arrogantes, despectivos, agresivos y soberbios con quiénes nos leen, no podemos esperar que al publicar un libro esté tenga una gran aceptación.

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Cuando la escritura y el ajedrez se juntan.

A pesar de haber escrito «Ajedrez con la muerte», reconozco que es un juego del que no se mucho. Me gusta, los disfruto, y tengo noción de como se juega, sin dominarlo en realidad.

Es un juego sumamente interesante, lleno de estrategia, casi podría decir que de magia.

Y si alguien entre mis amigos, puede convertir una partida de ajedrez en una historia atrapante, es sin duda Gerardo Villalobos Aguilar.

En este enlace, te dejo su blog y su entrada más reciente, un extracto de su libro «Angeles guardianes: la elegida».

Espero que lo disfrutes tanto como yo.

https://escritor-villalobos.webnode.mx/l/cuando-la-escritura-y-el-ajedrez-se-mezclan/